London Blasts

Los recientes atentados en Londres me generan una extraña sensación. Bueno, de partida, obviamente hay repudio, pena, preocupación, etc. Tampoco podemos dejar de lado una cuota de morbo por ver cuánta destrucción se generó, ni qué tan herida quedó la gente (el 11-S a pesar de dejarme con una sobredosis de escenas dramáticas, parece que su efecto ha ido disminuyendo con el tiempo), etc.

Sin embargo, en una segunda derivada, uno no puede dejar de sentirse espectador de una película estilo El Señor de los Añillos o Star Wars, que cada ciertos años saca un nuevo capítulo. Uno sabe que tiene que venir un nuevo “episodio”, sólo que no sabe la fecha del estreno. Uno sabe más o menos de qué se va a tratar, pero no sabes cuan impactante será. Y de hecho puedes incluso llegar a decir qué episodio/parte fue “mejor” o “peor” según el impacto, la sorpresa y novedad que generó.

Según dicen, el próximo capítulo podría tener como escenario Roma y el tema principal sería similar: atentados terroristas que logran perpetuarse a pesar de las altas medidas de seguridad y que tiene como blanco a la población civil. Si éstos se realizan nuevamente en el transporte público, significa entonces que se les está acabando la imaginación o que éstos simplemente son best sellers que siguen generando un gran impacto.